"No vuelvas, no escribas, no llames, hazme caso. Hagas lo que hagas, ámalo; como amabas la cabina del cine Paradiso”
Así veo este cine, o lo que queda de él, como el cine Paradiso, la única ventana al mundo que ha supuesto para muchas generaciones, una evasión en tiempos de cólera.Me imagino, sentada como Toto, en una de estas butacas, quizás incomodas, pero es lo que menos importaba, estoy en el cine, un domingo, con mi traje de ir a misa, y con suerte llevo 3 pesetas en el bolsillo para algo dulce.O una vez comenzada la sesión de tarde, la película se quedara en negro e imagino a todos gritando al proyectista, como auténticos locos, pero locos por saber más.
Inevitablemente esto hace que me recuerde una frase, que decía :" Desde que se inventó el cine, vivimos tres veces más: vivimos experiencias que no viviríamos de otra manera, aprendemos cosas y sobre todo, ahorramos tiempo".
Hoy en día ver cine e ir al cine, son caminos que se van distanciando, unos 150 cines han cerrado sus puertas, este, hace unos cuantos años atras, aunque hace unos cuatro meses, leí en el periódico, que el cine de Fonz, mi pueblo, se derribará tras ser declarado ruina inminente, hoy solo puedo decir, que los que lo conocéis, aprovechéis para hacer un recuerdo, porque hubo una vez que tuvimos cine en Fonz, y solamente contemplar para los que fue, una agradable infancia.
